Las extensas campañas de los generales romanos al extranjero y las recompensas a soldados mediante saqueo de estas campañas llevó a una tendencia en que los soldados eran más fieles a sus generales en lugar del Estado. Esto puso a la república romana bajo amenaza de golpes militares en varias ocasiones. El primer golpe éxitoso fue el de Sila en 88 aC, este golpe de Estado dio lugar a la caída final y permanente de la República Romana y el establecimiento del Imperio Romano, el de Julio César.
Julio César comenzó su carrera como un político de la facción popularis, defensor de la causa de la plebe: la gente común de Roma. En 59 aC fue elegido cónsul entre una fuerte oposición de los Optimates, los senadores conservadores que fueron apoyados por la clase aristocrática de Roma. Más tarde César se convirtió en un general éxitoso, conquistando la totalidad de la Galia.
En 49 aC, a su regreso de sus campañas en la Galia, César decidió cruzar el río Rubicón y entrar a Italia con su ejército con la intención de tomar poder en Roma. Los senadores optimates, bajo la dirección de Pompeyo Magno huyeron de Roma por Grecia. César entonces controlaba la península italiana, pero el resto de los territorios romanos permanecieron leales a la República. En los próximos años, César se involucró en una serie de exitosas campañas contra los Optimates en todas partes del mundo Mediterráneo (ver mapa 1). Por fin, Pompeyo se obligó huir y refugiarse en el Egipto ptolemaico.
En un intento de obtener el apoyo de César en su lucha por el trono de Egipto con su hermana, Cleopatra VII, el joven rey Ptolomeo XIII ordenó la muerte de Pompeyo. Esto resultó ser un error fatal por Ptolomeo XIII, pues César y Pompeyo fueron una vez amigos y aliados y César no tenía ninguna intención de matar a Pompeyo. César decidió respaldar a Cleopatra VII como gobernante de Egipto y tuvo su único hijo con ella.
César siguió eliminando los últimos vestigios de la resistencia Optimate. En 46 aC, viajó a Iberia para derrotar a los hijos de Pompeyo. Uno de los hijos, Sexto Pompeyo logró escapar a Sicilia y fue capaz de construir una gran marina y establecerse a sí mismo como gobernante de la isla.
Tras el regreso de César a Roma, fue proclamado como "dictador en perpetuidad". Sin embargo, unas pocas semanas más tarde César fue apuñalado hasta la muerte por un grupo de senadores encabezado por Bruto (un ex amigo de César) y Casio. Los conspiradores proclamaron a ellos mismos como los libertadores de la República Romana. Pero pronto se enteraron de que su obra no era popular entre la gente de Roma, y huyeron a Grecia. El liderazgo de la Roma ahora pasó a una triple alianza de los aliados más cercanos de César, llamado "El Segundo Triunvirato" formado por Marco Antonio, Marco Lepido, y Octavio, el hijo adoptivo de César y su heredero declarado. El primer logro del Segundo Triunvirato fue la derrota de Bruto y Casio quien habían tomado el control de la mayoría del Mediterráneo Oriental (ver mapa 2). Después dividieron la administración del imperio romano en tres: Marco Lepido gobernó la África, Octavio en Italia y el resto de Europa occidental, y Marco Antonio en el Mediterráneo Oriental. (Ver mapa 3)
Aún quedaba todavía un bastión de resistencia al Segundo Triunvirato, la isla de Sicilia seguía siendo gobernada por Sexto Pompeyo y muchos que se oponían al nuevo régimen habían huido allí. En 40 aC, Sexto Pompeyo capturó la isla de Cerdeña y la Armada de Octavio fue derrotada dos veces tratando de invadir a Sicilia.
Por último en la Batalla de Nauloco en 36 aC, Octavio fue capaz de vencer a Sexto Pompeyo por fin. También fue capaz de despojar a Lepido de su poder, acusándole de haber tratado de reinar sobre la Sicilia por sí mismo. Octavio se había convertido en el único gobernante de todo el Imperio Occidental.
Mientras tanto, en el Oriente, Marco Antonio había iniciado un romance con Cleopatra VII de Egipto y tuvo tres hijos con ella. En 34 aC Marco Antonio anunció que sus hijos con Cleopatra heredará los territorios de Roma en el Mediterráneo oriental y del Estado de Egipto se transmitiría al hijo de Julio César y Cleopatra: Cesarión. Ya en Roma Octavio comenzó una campaña de propaganda denunciando Marco Antonio como un traidor que había abandonado su esposa romana y adoptado la cultura del oriente. La etapa ya estaba establecida para un último conflicto entre Marco Antonio y Octavio que decidiría el destino de todo el mundo mediterráneo. (Ver mapa 4)
Las fuerzas conjuntas de Marco Antonio y Cleopatra fueron derrotadas en la batalla naval de Actium en 32 aC, luego Octavio tomó la ruta terrestre a través de Asia para llegar a Egipto y terminar con sus rivales por fin. En el momento que Octavio llegó a Alejandría, Marco Antonio y Cleopatra se habían suicidado. Con la derrota final de Marco Antonio y Cleopatra, Octavio, que había adquirido el nombre de Augusto, fue proclamado emperador de Roma, y Egipto se incorporó en el nuevo Imperio Romano.
Así terminó la República Romana, a partir de este momento, Roma y todos sus territorios serían gobernados por emperadores.
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