Los romanos se involucraron por primera vez en Iberia durante la Segunda Guerra Púnica. El ataque de AnÃbal a la ciudad ibérica de Saguntum dio a Roma el pretexto para declarar la guerra a Cartago. La victoria eventual de Roma les dio el control de todo el territorio Cartaginense en Iberia. Posteriormente la expansión de Roma en la PenÃnsula Ibérica fue recibida por una feroz resistencia por parte de las tribus ibéricas. No fue hasta el reinado de Augusto que toda la penÃnsula quedó bajo el dominio romano.
Los romanos llamaron a Iberia "Hispania", pero este nombre es probablemente de origen fenicio. Durante la República Romana, Roma Hispania fue dividida en 2 provincias: Hispania Citerior "(España Cercana) y 'Hispania Ulterior" (España Lejana) (ver mapa 1 -56 ac). Durante el reinado de Augusto, el último de las zonas tribales de Hispania fueron conquistados y redividieron la penÃnsula en 3 provincias: Lusitania en el Oeste, Baetica en el Sur, y Tarraconense en el resto de la PenÃnsula y las Islas Baleares. (ver mapa 2 - 10 dc)
Hispania pasó a convertirse en una de las regiones más importantes del Imperio Romano. Muchos de la población de la penÃnsula fueron admitidos en la clase aristocrática romana que participó en el gobierno de Hispania y el imperio romano. Los latifundios, grandes propiedades controladas por la aristocracia, se superponen a las tierras del sistema Ibérico.
Los romanos mejoraron las ciudades existentes como Lisboa (Olissipo) y Tarragona (Tarraco), establecieron nuevas como Zaragoza (Caesaraugusta), Mérida (Emerita Augusta) y Valencia (Valentia), y proporcionaron servicios en todo el imperio. La economÃa de la penÃnsula se expandió bajo la tutela romana. Hispania sirve como un granero y una de las principales fuentes de metales del mercado romano, sus puertos exportaron oro, estaño, plata, plomo, lana, trigo, aceite de oliva, vino, pescado y garo. La producción agrÃcola se aumentó con la introducción de proyectos de riego, algunos de los cuales siguen en uso hoy en dÃa. La población ibérica romanizada y los ibéricos nacidos descendientes de los colonistas y soldados romanos habÃan alcanzado la condición de la plena ciudadanÃa romana a finales del siglo 1 dc.
Durante la época romana tardÃa, el Imperio fue constantemente bajo amenazas tanto internas como externas. Con el fin de reducir el poder de los gobernadores provinciales, el emperador Diocleciano redujo drásticamente el tamaño de las provincias más grandes. Una de ellas fue la formidable Hispania Tarraconensis, que se subdivide en 4 provincias: Gallaecia en el noroeste, Tarrconense en el Nordeste, Cartaginenses en la zona central y sur, y en Hispania Balearica en las Islas Baleares. (ver mapa 3-285 dc)
El dominio romano en Hispania terminó durante el colapso del Imperio Romano Occidental con la invasión de las diversas tribus germánicas. Los visigodos fueron la tribu que llegó a dominar Hispania.
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