El control griego de Egipto comenzó en el año 332 aC, cuando  Alejandro Magno de Macedonia derrocó a los gobernantes persas y estableció a AlejandrÃa  como la capital del griego gobernado Egipto. Alejandro mostró gran respeto a las  costumbres y culturas locales. Incluso visitó el oráculo de Amón (en la actual  Siwa), donde fue convenientemente proclamado el heredero de Amón-Ra. Mientras  que introdujo algunos aspectos de la cultura griega (o “helenÃstica”),  Alejandro permitió a los egipcios nativos de continuar con muchas de sus  funciones administrativas propias y por muchos años, las administraciones  civiles y militares se mantuvieron separadas.
                
En el 331 aC, Alejandro marchó de Egipto por el este, dejando a  Cleomenes en cargo del reino en su ausencia. A la muerte de Alejandro en  Babilonia en el año 323, su imperio entero fue sacudido por una crisis de  sucesión, muchos de los antiguos compañeros de Alejandro se lucharon entre sà  por el control del imperio. Uno de sus principales generales y amigo de la  infancia, Ptolomeo se apoderó del territorio de Egipto, finalmente proclamandose  “Faraón”, comenzando 300 años de dominio ptolemaico.
                
Egipto ptolemaico era lleno de vida intelectual. Bajo la guÃa de  su maestro, Demetrio de Falero (quien a su vez era un ex alumno de Aristóteles)  Ptolomeo construyó el Museo y Biblioteca de AlejandrÃa e invitó a estudiosos de  todo el mundo a venir y unirse a la comunidad intelectual de la ciudad. Muchos  grandes pensadores fueron alimentados durante este tiempo, entre ellos:  Euclides, el matemático famoso, Eratóstenes, el matemático y geógrafo quien utilizó  medidas de la posición del sol en dos lugares diferentes en Egipto para  calcular la circunferencia de la Tierra como 39.690 kilometros (un error de  menos del 1%), y Herófilo, el fundador de la escuela de medicina de AlejandrÃa,  quien realizó las primeras disecciones humanas y fue un pionero del método  cientÃfico.
                
Ptolomeo I murió en 283 aC y su hijo Ptolomeo II ascendió al  trono. Ptolomeo II comisionó una serie de importantes proyectos de ingenierÃa y  construcción. Él terminó la construcción de la Gran Faro de AlejandrÃa, una de  las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, que su padre habÃa iniciado. Ptolomeo  II patrocinó también la reapertura del canal entre el Mar Rojo y el rÃo Nilo,  que existÃa durante la época persa, pero habÃa cayado en mal estado. Este canal  permitió que las naves pasen por el Mediterráneo hasta el Mar Rojo a través del  rÃo Nilo y fue un antepasado del Canal de Suez completado en el siglo XIX.  Ptolomeo II patrocinó también el drenaje del lago Moeris en el oasis de Fayum,  recuperando unos 1.200 kilómetros cuadrados de tierras agrÃcolas irrigadas con  facilidad, lo que se conocÃa como el "JardÃn de Egipto '. Con la ayuda de  las nuevas innovaciones en la agricultura, como la noria, el Fayum se  transformó en la zona más productiva del paÃs.
 
   El Gran Faro de AlejandrÃa, una de las 7 maravillas del Mundo Antiguo.
    El Gran Faro de AlejandrÃa, una de las 7 maravillas del Mundo Antiguo. 
En la Gran Biblioteca de AlejandrÃa, el Antiguo Testamento judÃo fue traducido al griego por primera vez: la 
Septuaginta. Según la tradición judÃa, Ptolomeo II exhortó a 72 eruditos judÃos y los colocó en cámaras separadas con la tarea de escribir la Torá en griego. Según la leyenda, las 72 cuentas separadas fueron prácticamente idénticos. La traducción del Antiguo Testamento al griego permitió que sus historias se extendÃan por todo el mundo mediterráneo y puede haber tenido una influencia importante en el 
surgimiento del cristianismo algunos siglos más tarde. Pero el judaÃsmo no era la única religión emergente que influyó en la cultura de la gran ciudad de AlejandrÃa. El rey budista de la India, 
Ashoka el Grande envió misioneros budistas a la corte de Ptolomeo II y tumbas budistas de este perÃodo han sido desenterrados en AlejandrÃa. Incluso se ha sugerido que 
ciertos filósofos griegos ptolemaicos pueden haber sido influenciados por el budismo en esta época y que a su vez influyeron el 
desarrollo temprano del cristianismo.
                
En general, los gobernantes ptolemaicos disfrutaron de una buena relación con la población local. Construyeron templos a los dioses egipcios e integraron su propia dinastÃa en la tradición faraónica. Durante los reinados de Ptolomeo II y III, muchos veteranos y comerciantes griegos comenzaron a asentarse en el 
Bajo Egipto. Dentro de un siglo, la cultura griega se habÃa extendido por todo el paÃs y el inter-matrimonio habÃa creado una clase élite de herencia mixta egipcio y griego.
                
Egipto ptolemaico sin embargo, no estuvo exenta de debilidades. La ambición de los gobernantes ptolemaicos era seguir ejerciendo influencia polÃtica y militar en el resto del mundo griego, esto significaba que tenÃan que mantener una flota grande. No obstante Egipto carecÃa de la madera necesaria para construir las marinas, entonces los Ptolomeos tenÃan que buscar el control de territorio boscoso en otras áreas del Cercano Oriente como 
Cilicia, 
Fenicia y 
Chipre. Pero los otros herederos grandes de 
Alejandro Magno, los 
seléucidas, también tenÃan una pretensión en estas regiones, lo que llevó a la guerra incesante entre los dos poderes, que tenÃa el efecto a lo largo plazo de debilitar a ambos.
                
Los Ptolomeos eran también muy incestuosos, a menudo contraen matrimonio con sus propios hermanos y hermanas para controlar el poder polÃtico. Se dice que 
Cleopatra tenÃa sólo seis bisabuelos diferentes (de un máximo de dieciséis). Esta endogamia sin duda contribuyó a la decadencia de la familia. Hacia el fin del régimen ptolemaico en Egipto, los conflictos dentro de la familia surgieron y revueltas públicas amenazaban la paz del reino. Cuando los 
romanos comenzaron a afirmar su poder en el Mediterráneo Oriental, el final de los Ptolomeos estaba cerca. La famosa historia de 
Antonio y Cleopatra concluye la historia de Egypto Ptolomeico. En el 30 aC, el ejército romano saqueó AlejandrÃa y se suicidio Cleopatra. Este fue el fin del gobierno griego en Egipto, aunque muchos aspectos de la cultura griega o helenÃstica continuó bajo el 
dominio romano.