La Formación de las Repúblicas Marítimas de Italia El escudo de la marina italiana tiene las banderas de las cuatro Repúblicas Marítimas: Venecia, Génova, Pisa, y Amalfi. Las cuatro más exitosas ciudades marítimas eran Amalfi, Pisa, Génova y Venecia. Amalfi fue quizás el primero en establecerse, pero era también la de la más corta duración, siendo conquistada por los normandos en el siglo 11. Con el control normando en el sur de Italia firmemente establecido, el comercio del Mediterráneo empezó a ser controlados por las ciudades-estados del norte de Italia. La ciudad de Pisa comenzó a destacar en el Mediterráneo Occidental y la ciudad de Venecia se convirtió en una superpotencia en el Adriático. (Ver mapa 1 - 1090 dC) Pisa tomó el control de las islas de Córcega y Cerdeña, y tomó un papel principal en muchas expediciones de saqueo contra ciudades musulmanas en Túnez y las Islas Baleares. Mientras tanto, Venecia comenzó a adquirir muchas de las islas del Adriático como pasos importantes a lo largo de la ruta comercial hacia el Mediterráneo Oriental. La Cuarta Cruzada El inicio de las Cruzadas abrió mercados nuevos para estos estados marítimos en el Oriente. A cambio de la presta de los buques necesarios para transportar los cruzados a Tierra Santa, las ciudades-estados italianas fueron dados derechos exclusivos de intercambio, privilegios fiscales, y, en algunos casos, control de los puertos comerciales y islas estratégicas a lo largo de las importantes rutas comerciales. Un buen ejemplo de eso fue el papel de Venecia durante la Cuarta Cruzada. (Ver mapa 2 - 1215 dC) Originalmente, Venecia había comprometido a proveer las naves para la Cuarta Cruzada, sin embargo un gran número de los cruzados no se presentó en Venecia y los que sí llegaron les faltaba el dinero para pagar el costo total de los buques . El Dogo astucia de Venecia, Enrico Dándolo, aprovechó la oportunidad para aceptar como pago la ayuda de los cruzados en el asedio de la ciudad de Zadar en el Adriático. Los cruzados estaban de acuerdo y el sitio fue un éxito. Sin embargo, la cruzada todavía faltaba soldados y fondos cuando surgió una nueva oportunidad: el emperador bizantino Isaac II había sido recientemente depuesto por su hermano, Alejo III. Si los cruzados pararon en Constantinopla en la ruta a Tierra Santa para ayudar en la restauración de Isaac II al trono, Isaac estaría de acuerdo para financiar generosamente a los cruzados y también enviar tropas bizantinas en las cruzadas. Una vez más los cruzados aceptaron este desvío y lo finalizó con éxito. Sin embargo, Isaac II nunca envió los fondos prometidos o la asistencia militar. Esto enfureció a los cruzados de tal manera que saquearon la capital bizantina de Constantinopla, depusieron a los bizantinos y establecieron un "Imperio Latino" recompartiendo muchos de los antiguos territorios bizantinos entre sus aliados, Venecia recibió a Creta, Eubea, y muchos de las islas griegas en el Egeo. La Gran parte de la aristocracia bizantina fue capaz de huir de Constantinopla y establecer tres estados sucesores en los territorios más remotos del Imperio: Trebisonda, Nicea y Epiro. (Ver mapa 2 - 1215 dC) Finalmente los bizantinos de Nicea eran capaces de derrotar al Imperio Latino y restablecer Constantinopla como la capital del Imperio Bizantino. Sin embargo, nunca se recuperaría a los territorios insulares de Venecia, y nunca se recuperaría el esplendor de antaño. En lugar, fueron invadidos y conquistados poco a poco por los turcos otomanos desde el Este. El Auge de Génova Hacia el final del siglo 13, el poder de Pisa comenzó a ser suplantada por lo de Génova. Inicialmente Génova había colaborado con Pisa en echando los sarracenos del Mediterráneo, pero pronto se convirtieron en rivales por el control de las islas de Córcega y Cerdeña. Génova entró en una alianza astuto con la Corona de Aragón. Entolces cuando Aragón conquistó la isla de Sicilia en 1282, se concedió a Génova derechos de comercio libre. El concurso entre Génova y Pisa para la isla de Córcega culminó en la batalla naval de Meloria en 1284. Pisa fue derrotado de manera contundente, lo que resultó en Génova siendo la principal potencia naval en el Mediterráneo Occidental. (Ver mapa 3 - 1300 dC) Génova también empezó a rivalizar con Venecia por el control de las rutas comerciales en el Mediterráneo Oriental. Después de Venecia había prestado asistencia a los cruzados en saquear la capital bizantina y el establecimiento del Imperio Latino (ver mapa 2 - 1215 dC), Génova optó por aliarse con los estados sucesores de Bizancio. Esto significaba que cuando los bizantinos recuperaron a Constantinopla en 1261, concedieron a Génova derechos de comercio libre y un número de importantes puertos comerciales y de islas en el Egeo, como las islas de Quíos y Lesbos. Génova luego amplió su influencia en el Mar Negro, conquistando a importantes puertos comerciales en la Crimea como Caffa y Cembalo que conectaron el mundo mediterráneo con Rusia. (Ver mapa 4-1400 dC) Mientras que el poder del Imperio Bizantino empezó a ser suplantado por lo de los turcos otomanos, los genoveses perdieron su principal aliado en el Mediterráneo Oriental. Una larga guerra con Venecia culminó en la batalla de Chioggia en 1380, la flota genovesa fue destruida y, a partir de entonces, Génova entró en un lento declive. Las Guerras contra los Turcos Otomanos Los turcos otomanos fueron una dinastía turca que llegó a la fama al conquistar muchos de los territorios del antiguo Imperio Bizantino. Por el año 1400, la mayoría de los territorios bizantinos, tanto en la Asia y Europa se encontraban bajo control otomano. En 1453, los Turcos Otomanos conquistaron la capital bizantina de Constantinopla, poniendo fin al Imperio Bizantino. Los otomanos se trasladaron inmediatamente su capital a Constantinopla y cambió su nombre a Estambul. Al principio, los turcos otomanos eran sobre todo un imperio terrestre. Sin embargo después de la conquista de Constantinopla, los otomanos empezaron a contestar el control del Mediterráneo con las repúblicas marítimas cristianas, especialmente Venecia. Venecia fue duramente derrotado por los turcos en el Mar Jónico en 1499. A partir de entonces, lento pero seguramente, los turcos comenzaron a conquistar los territorios de Venecia y Génova en el Mediterráneo Oriental. Génova perdió la isla de Lesbos a los turcos en 1462, y las islas de Samos y Chios en 1566. (Ver mapa 5 - 1500) Venecia perdió Chipre a los turcos en 1571 y en el transcurso de los próximos 150 años, perdería la mayor parte de sus posesiones griegas a los turcos. No obstante, los turcos fueron detenidos por la expansión en el Mediterráneo Occidental en dos batallas importantes: en primer lugar, su fracasado asedio de Malta en 1565 cuando los Caballeros Hospitalarios derrotaron a los otomanos, y en segundo lugar, en la Batalla de Lepanto en 1571, cuando la llamada "Liga Santa", una alianza de varios grupos cristianos, incluyendo a las repúblicas de Venecia y Génova, derrotó a los otomanos de nuevo en el Golfo de Pastras, frente a la costa oeste de Grecia. (Ver mapa 6 - 1575) El fin de la Edad Dorada de Comercio en el Mediterráneo Mientras que los turcos otomanos continuaron a cerrar las oportunidades comerciales en el Oriente, los europeos cada vez más buscaron una ruta alternativa al este de Asia a través del Atlántico, la idea era rodear por todo el continente de África para llegar a la India y más allá. Una ruta marítima al Oriente a través del Atlántico conduciría inevitablemente a nuevas oportunidades económicas para las naciones de Europa que enfrentaron el Atlántico, a expensas de las repúblicas marítimas de Italia. Hasta cierto punto, las repúblicas marítimas contribuyeron a fomentar su propia decadencia por sus continuos avances en la tecnología marítima, sus intereses pioneros en la búsqueda de una ruta atlántica hacia el Oriente, y su financiación de los viajes por el Mar Atlántica de España y Portugal. Por el siglo 13, los genoveses estaban explorando el Atlántico en busca de una ruta marítima hacia Oriente. En 1291, los hermanos Vivaldi de Génova zarparon precisamente en esa misión, pero desaparecieron sin dejar rastro. 21 años más tarde, otro navegante genovés, Lancelotto Malocello, fue en busca de su destino, pero sólo llegó a las Islas Canarias. De hecho, la isla de Lanzarote en Canarias lleva su nombre. Pasarían otros 100 años antes que los constructores navales de Europa podían diseñar el tipo de buque que podría zarpar a las aguas abiertas del Atlántico con relativa seguridad y fueron los portuguéses, no los italianos, que abrirían el camino. Sin embargo, los primeros exploraciones del Atlántico seguiría siendo fuertemente influenciada por el espíritu emprendedor de las ciudades-estados italianas. Aunque existe cierto debate en cuanto al verdadero origen del gran explorador Cristóbal Colón, la mayoría acepta que era de Génova. Américo Vespucio, el explorador para lo que el continente americano da nombre, fue también italiano: de la República de Florencia. Pero lo más importante, fuera los banqueros genoveses que financieron muchas de las primeras expediciones de España a través del Atlántico a las Américas. Incluso el historiador Fernand Braudel, llamó el período de 1557 hasta 1627 la "edad de los genoveses". |